12/9/09

Unión bajo un cielo límpido y un mar sereno




Honduras y sus hermanos


Cuando era muy chico, - tenía 8 o 9 años – papa nos había comprado conel fruto de muchos meses de ahorro, unas enciclopedias hermosísimas,hechas en papel brillante, satinado, de hojas nobles y pesadas,impresas a todo color, en el auge del “Off-Set” y de una calidad deimpresión y fotografía fuera de lo común.
Eran de las ediciones “ESPASA-CALPE” impresos en España, si mal norecuerdo, pero muy, muy completas.
Papa tenía esas cosas con relación a la cultura de su familia: Cuandono eran colecciones de libros, eran colecciones de discos de músicaclásica, que el compraba a través de “Selecciones del Reader’sDigest”, donde salía un disquito de plástico que había que pegar en elformulario y enviarlo.
Así ya desde chico empecé a amar la música clásica, conocía lassinfonías y las sonatas de oído ni bien empezaban y me sabía lahistoria de los grandes músicos.
Una de las emociones más grandes que tuve en mi vida fue – aquí enFrancia – cuando visite la tumba de Frédéric CHOPIN, en el cementeriode Pêre Lachaisse, aquí en Paris.
Pero volviendo al tema de la enciclopedia.
Solo estábamos autorizados a consultarla en el living de casa,sentados alrededor de la mesa de época que ornaba la gran sala, yluego de habernos lavado las manos por lo menos diez minutos.
Cada vez que abríamos las enciclopedias un olor a tinta nueva, aprolijidad, a papel sano, inundaba nuestros sentidos.
Mama nos había enseñado a amar los libros porque según ella los librosnos amaban.Los unos no éramos nada sin los otros, y viceversa.
Con mi hermana, más que leer, adorábamos ver las figuras, laprolijidad de las reproducciones de las grandes pinturas y lasestatuas.
Hasta que descubrimos unas páginas donde estaban todas las banderasdel mundo.
Era una colección de colores indescriptible, ya que estaban una allado de la otra llenando al menos dos o tres páginas y cada una teníasu belleza.
Había banderas que hablaban de luchas, de trabajo, de ideologías profundas.
Las había muy complejas, con mucha simbología, cargadas de colores,donde había que hacer un curso para saber qué era lo querepresentaban.
Pronto vimos la nuestra, la bandera argentina.
La versión civil es linda, celeste y blanco, color del cielo, y delmar… Pero la de guerra, con ese sol soberbio en el medio como sinuestro país fuese el ombligo del mundo, - o al menos se creyera –sería una maldición que aun nos acompaña en nuestra prepotenciamundialmente conocida.
Debíamos ser uno de los pocos países del mundo tan acostumbrados a labipolaridad de nuestros gobiernos fatídicamente interrumpidos cada dospor tres por golpes de estado, que tenía dos banderas : Una de paz y otra de guerra.
Nos pusimos con mi hermana a elegir la bandera más linda del mundo…
No recuerdo hoy que bandera eligió mi hermana.
Pero si me acuerdo que bandera elegí yo.
Era una tímida bandera, azul y blanca como la Argentina, pero con cinco estrellitas puestas primorosamente sobre la franja media,blanca.
La bandera de HONDURAS.
Yo envidié sanamente a ese país, porque me dije – en mi pensamiento de chico – la bandera de ellos tiene luz, que son las estrellas, pero no es una luz “soberbia” como la del sol Argentino, pretendiendo iluminara todo el mundo y único.
La luz de la bandera de HONDURAS está dada por cinco estrellas, - como para que si alguna tiene problemas las otras cuatro le ayuden y siguen iluminando – me decía.
Más tarde me entere de que la bandera de HONDURAS refleja mucho másque eso.
Representa los cinco estados centroamericanos, que antes estaban unidos y que – separándose por cuestiones políticas y económicas –siguen juntos en la bandera Hondureña, con la esperanza de que algún día puedan volver a estar juntos.
Son estrellas simétricas, iguales, todas tienen el mismo valor, no hayuna que sea más grande que la otra, lo que significa, en la humildad ysabiduría del pueblo, que no hay un país más importante que el otro yque unidos se llegara más lejos.
Lo más sabio de esa bandera es la presencia de las cinco estrellas aundespués de haberse disuelto la unión.
El pueblo Hondureño sigue firme, a través de su símbolo patrio con la idea de que hace falta unidad.
Ahora, veamos…:
¿Cual es la finalidad de una bandera?
Identificar, dividir, separar ejércitos, corrientes políticas,representar una ideología.
Yo pienso que pocas veces en la historia de la humanidad, una ideología moderna, nacida de un golpe de estado, se halla perfectamente representada con un símbolo ya existente.
La bandera de HONDURAS es demasiado hermosa como para pretender que un hondureño lleve otra en sus manos.
Representa fielmente los sentimientos de la Resistencia que son los del pueblo hondureño.Unión bajo un cielo límpido, y un mar sereno.
Si antes la merecían, ahora – con los esfuerzos realizados – van a merecerla más que nunca.Se vio que el pueblo catracho le hizo honor a su bandera, la única, la autentica, la de la unión.
Sin símbolos de lucha.

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