Estimado señor Bernard Martínez
Ministro de Cultura, Artes y Deportes
Por diferentes medios me he enterado del oficio No. OS-545-2010, en el que usted solicita a la señora Rosa María Prats, Directora de la Galería Nacional de Arte, un espacio en este edificio para “albergar el Archivo Nacional, el Archivo de Tierras y Sala de Investigadores y Analistas”. En un principio pensé que se trataba de una broma de mal gusto, o alguna torpeza de un funcionario al que se le puede cruzar una carta con otra en medio de esos ajetreos burocráticos. Pero lamentablemente no ha sido así, su firma está allí en el oficio y, por lo visto, usted sigue defendiendo el temerario contenido de esa misiva.
Señor Ministro, no sé qué idea debe de tener usted de lo que se trata un Archivo Nacional o de lo que se trata una Galería Nacional de Arte. Pero si analiza con detenimiento se dará cuenta que son dos instituciones que cumplen funciones totalmente diferentes. ¿En qué país se ha visto que un Archivo Nacional, donde asisten investigadores nacionales y extranjeros, va a estar arrinconado en una Galería Nacional de Arte? Pero, además de absurda, su decisión resulta desde todo punto de vista atentatoria contra el Patrimonio Nacional –que en su calidad de Ministro usted es el primer llamado a defender- ya que estaría poniendo en grave riesgo la seguridad física de la antigua casa presidencial al intentar convertirla en las oficinas de la SCAD ; y, de paso, al invadir de papeles y libros la Galería Nacional de Arte, estaría invadiendo un espacio que no le pertenece a la SCAD , sino a la UNAH y al Congreso Nacional. Es decir, estaría incurriendo en abuso de poder, otro error lamentable que igual lo puede llevar un día ante los tribunales del país.
Señor Martínez, un Ministro llega a una institución, como la que usted dirige, a construir, no a destruir; a defender el patrimonio cultural del país, no a pisotearlo a su capricho. En estas circunstancias, entiendo bien la indignación del ex Ministro de Cultura Rodolfo Pastor Fasquelle porque él trabajó duro para recuperar el edificio que alberga hoy la Galería Nacional de Arte y para organizar en la antigua casa presidencial el Centro Documental de Investigaciones Históricas de Honduras (CDIHH). Estos logros deben ser considerados “de Estado”, pues sirven para beneficiar a la nación, a ensanchar la oportunidad para acceder a la cultura y a la historia del país. Allí tiene un ejemplo, haga obra con ladrillos nuevos, pero no rompiendo los ladrillos de las obras de otros. Nadie tiene derecho a destruir lo que le sirve al pueblo hondureño, y que usted lo hiciera sería un contrasentido, una traición a su cargo.
Por el amor que pueda tenerle a Honduras, no continúe usted con la escalada seudofascista que se desató desde la SCAD contra el patrimonio cultural del país después del golpe de Estado del 28 de junio del año anterior, donde sobre esa institución flameaban soberbias las banderas de la ignorancia pasmosa y la corrupción.
Atentamente,
José Antonio Funes
Escritor, Profesor Universitario e Investigador.
Director de la Biblioteca Nacional de Honduras 2006-2007.
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