Mientras Óscar Álvarez sigue jugando al ranger, la resistencia paga por su derecho a disentir y ya son tres los compatriotas que han muerto asesinados por sicarios de los que el mismo Estado no quiere dar cuenta. Esta vez los asesinos llegaron a la casa de Claudia Larissa Brizuela (39) a quien mataron a quemarropa a plena luz del día ayer miércoles 24 de Febrero.
Y es que los sicarios siguen en su tarea de callar a la resistencia, escogen bien a las víctimas para que poco a poco los resistentes sean invadidos por el miedo hasta quedar paralizados. Táctica vieja utilizada en tantos países y declarada por el mismo Rodolfo Frómeta cuando le ofrecía al gobierno y ejercito golpista su colaboración contra la disidencia.
Claudia Clarissa es hija de Pedro Brizuela conocido por ser un miembro muy activo del Frente de Resistencia Popular, cuya filosofía es esencialmente pacifista.
Desde que Lobo Sosa tomó posesión tres personas relacionadas con la resistencia han sido asesinadas: Vanessa Zepeda, el 3 de Febrero y Julio Fúnez, todos asesinados por paramilitares ante el silencio cómplice de la policía nacional y de las autoridades hondureñas.
El mismo Pedro Brizuela manifestó a los pocos medios que dan información no autocesurada (defensores en linea) "que el crimen de su hija es un hecho oprobioso y que tiene relación directa con su participación en el FNRP".
Defensores en Línea indica que el cuerpo de Claudia está siendo velado en el Sindicato de la Municipalidad de San Pedro Sula, hasta donde se desplazaron decenas de miembros de la resistencia a darle el pésame a su padre.
Según datos proporcionados por vecinos, una mujer que vio el hecho criminal fue detenida por la policía y hasta en horas tempranas de la tarde no se sabía su paradero, la sospecha es que la pudieran desaparecer para no dejar rastros.
Las amenazas contra miembros y líderes de la resistencia siguen llegando y tememos por la vida de tanto compatriota comprometido en la búsqueda de una Honduras mejor. Algunos miembros de la resistencia han comenzado a exiliarse pues se encuentran completamente desprotegidos en un Estado en donde reina la impunidad y la justicia hace años está de vacaciones. Los organismos independientes de derechos humanos están denunciado cada acto de represión mientras que el sr. que todavía ostenta el cargo de Ombudsman está vacacionando en la dimensión de la guerra fría y o tiene ni tiempo ni interés en cumplir con el trabajo por el que recibe un sueldo mensual.
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